La Inspección de Trabajo detectó un 45% más de infracciones en el registro horario de los pequeños negocios, y la sanción media superó los mil euros. Sobre este asunto hemos hablado hoy en nuestra Mesa de Autónomas con Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA, y con Ana Ercoreca, presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social.
En algunas actividades, el registro horario puede resultar complicado, sobre todo para pequeñas empresas. Para Celia Ferrero, es algo anacrónico, ya que hoy en día el tiempo necesita más flexibilidad, aunque afirma que son necesarios para garantizar los derechos de los trabajadores. También hemos comentado la propuesta de la ministra de Trabajo de unificar el registro horario de forma digital, en conexión con la Inspección del Trabajo, y suprimir el papel.
Desde el Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social siguen reclamando al ministerio que se cumpla con el Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo que aprobaron en 2021, que contemplaba la creación de una estructura. Su presidenta, Ana Ercoreca, nos ha comentado que actualmente se encuentran a la espera de una reunión con el secretario de estado que se celebrará el próximo 9 de abril.
De momento, son 14.292 infracciones por parte de los pequeños negocios vinculadas con el registro horario, tanto en materia de jornada como de horas extras. Son 35.000 actuaciones que han afectado a más de 147.860 trabajadores. El artículo 34.9 del Estatuto de los Trabajadores exige ese registro horario en las empresas, y debe reflejar fielmente lo que es la jornada para cotizar y abonar correctamente las horas trabajadas.
Las infracciones más comunes son por tiempo de trabajo y por salario, según destaca la presidenta de SITSS. Además, la legislación establece que ese registro debe encontrarse en los negocios a disposición de los trabajadores y de la Inspección de Trabajo, y de no ser así, puede ser motivo de sanción.
En los trabajos en los que esa presencia del registro horario se complica, se soluciona con la flexibilidad que ofrece, por ejemplo, una aplicación móvil. Lo importante es reflejar cuándo comienza y finaliza la jornada, bien sea de forma digital, o vía papel.
Desde SITSS, respaldan la decisión de la ministra de suprimir el papel, son partidarios de todo lo que suponga modernizar y aflorar el fraude, mejorar las condiciones de trabajo y defender los derechos de los trabajadores, aunque hay que ver cómo se articula el sistema, quién configura el software y cómo se regula. No obstante, precisan que no sólo es necesario ese software, sino también reforzar la IT con una estructura acorde y una modernización para poder garantizar el cumplimento de la normativa laboral.
Para Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA, el propósito de esta medida es bueno, detectar y combatir el fraude en favor de los derechos de los trabajadores, pero existe cierta confusión debido a la falta de acuerdo común y la constante improvisación en temas de protección de datos. En la misma línea, Miguel Muñoz, de M&M Consulting, ha destacado que muchas veces este registro horario supone un quebradero de cabeza para muchos de sus clientes. Se trata de un procedimiento todavía muy mecánico para las pymes que no pueden permitirse una digitalización mayor.
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