En 1908 abrió la peluquería Vallejo ubicada en la calle de Santa Isabel en Madrid. Un negocio familiar que continúa su historia gracias al traspaso de generaciones con cuatro herederos.
"Utilizamos utensilios de la época", explica Carlos Vallejo, de la peluquería Vallejo.
Desde 50 céntimos podías cortarte el pelo y hasta fumar en el día del cliente. "Era un rollo menos mecánico y más tertuliano con los clientes mientras les cortábamos el pelo".
Tras la pandemia, ha habido dificultades en el paso del alquiler y se plantearon llegaron a cerrar. A pesar de ello, ahora siguen ofreciendo ese servicio.
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