¿Quién no conoce la saga de Harry Potter? Pero no todos sabemos que J.K. Rowling se inspiró en York.
Aquí nos encontramos con el Callejón de Diagon, el lugar donde Harry acudía a comprar todos los materiales necesarios para aprender magia o beber cerveza de mantequilla.
Además, nuestra madrileña nos cuenta que el mundo de Harry Potter ha inundado toda la ciudad, a punto tal de que es común ver a muchos de sus habitantes vistiendo las capas de las diferentes casas de Hogwarts.