Una antigua comisaría de la Gestapo se ha convertido en uno de los principales museos y archivo nazi de la ciudad de Colonia. Hemos recorrido los calabozos donde estaban los presos antes de que se les torturara. Todavía se conservan las pintadas, dibujos, anotaciones, etc. que los presos realizaban en las paredes de las diminutas celdas.
Cuando estalló la II Guera Mundial, más de 200 personas llegaron a vivir hacinadas en la pequeñas celdas. En cada una de ellas solían meter a 20 personas.