A solo 13 kilómetros de la ciudad de Kuala Lumpur encontramos las impresionantes Cuevas de Batu, una colina de piedra caliza con gigantescas cuevas que contienen uno de los santuarios hindúes más populares fuera de la India, dedicado al dios de la guerra, Murugan. De hecho, es conocida por la estatua dorada de 42 metros de altura dedicada al mismo en la entrada, junto a 242 escalones tallados en piedra.