La Comunidad de Madrid cuenta con la mejor agua de toda la península, en parte se debe al suelo granítico de nuestra sierra y a la buena gestión del Canal de Isabel II. Y aunque todos sabemos que el agua sea vital para la vida en este planeta, muchos viven de ella, literalmente.
Hace 24 años, donde unos solo vieron un pantano, Guillermo Moreno de Carlos vio la posibilidad de surcar sus aguas sobre esquíes y realizar saltos de más de 60 metros de altura. Su idea décadas después continúa siendo original teniendo en cuenta que en España hay cuatro escuelas de esquí náutico y en Madrid solo hay una, la de Guillermo, campeón de España en varias ocasiones.
Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Madrid es donde se bebe menos agua embotellada de toda España, por el contrario, en las Islas Baleares y en Canarias es donde se consume más. Y aunque en la capital prefiramos beber el agua de grifo, pocos saben que, a los pies del Parque Nacional de la Sierra Guadarrama, existe un manantial subterráneo cuya agua es embotellada a 14 kilómetros. 13 embalses abastecen de agua a la Comunidad de Madrid, el análisis de sus aguas y su gestión dependen del Canal de Isabel II. Si alguien vive del agua en Madrid son los 2800 empleados del Canal y gracias ellos, también nosotros.
A pesar de que en Madrid no tengamos mar, ¿se pueden creer que es aquí donde se obtienen el 80 por ciento de las licencias de buceo de España? Por eso no es de extrañar que en la capital se encuentre la única piscina de 8 metros de profundidad dedicada al buceo, detrás de esta empresa se encuentran varios socios amantes de las profundidades del océano.
Algunas descubren las profundidades del mar buceando, otros sobre esquíes en un pantano y otros prefieren derrochar adrenalina colgándose con cuerdas sobre cascadas, pero no una cualquiera, sino la más alta de la Comunidad de Madrid, la Chorrera de Los Litueros.
Existe en Madrid una única piscifactoría en activo y se encuentra la Universidad Politécnica, aquí sus peces viven como verdaderos reyes. Aquí se cría la trucha arcoíris típica de nuestros ríos madrileños. Además, en su laboratorio se llevan a cabo interesantes y reveladoras investigaciones sobre el fitoplancton. Existen visitas guiadas y gratuitas todas las semanas.
Que sí, que ya sabemos que en Madrid no tenemos playa, pero tampoco la necesitamos, aunque no lo crean aquí también se puede surfear al aire libre y con unas olas increíbles.