Bajo nuestros pies Madrid esconde pozos de hasta 22 metros de profundidad que suman 3.400 kilómetros de galerías. En 1958 la policía española cayó en la necesidad de que era necesario vigilar también las alcantarillas de las grandes ciudades.
Para ello se creó la Unidad de Policía Nacional de Subsuelo. La seguridad de los jefes de Estado o el robo constante de material eléctrico son algunos de los motivos por los que diariamente estos profesionales descienden a las entrañas de Madrid.