El Ayuntamiento de Alcalá de Henares ha prohibido hacer botellón durante las ferias que se celebran en la localidad la semana próxima y aumentará el número de controles y de agentes policiales destinados a la seguridad durante estos eventos.
La Junta Local extraordinaria de Seguridad celebrada este jueves en el consistorio alcalaíno ha puesto las bases en esta materia para la celebración de sus ferias, que tendrán lugar del 20 al 28 de agosto.
Entre las novedades aprobadas por el Gobierno del PP y Vox se encuentra la prohibición del botellón que desde hace años cientos de jóvenes celebran en la plaza de la Juventud, contigua al recinto ferial.Asimismo, por primera vez habrá agentes de paisano dentro del recinto, un lugar que verá aumentado su seguridad con mayores controles policiales.
"Hemos analizado las cuestiones de planificación y coordinación con todos los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, como son Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil, y también seguridad privada", ha señalado Judith Piquet, alcaldesa del municipio, tras el encuentro.
Estas ferias de Alcalá se llevarán a cabo con un incremento de los efectivos policiales. "Contaremos con una media de 150 y hasta 180 agentes de Policía Nacional los días más sensibles, el primer fin de semana y el último a partir del jueves", ha señalado Piquet.
Esos días más sensibles también habrá hasta 150 efectivos de la Policía Local "para intentar asegurar al máximo cualquier incidente que pudiera surgir", tal y como ha apuntado la regidora, y evitar los "graves hechos ocurridos los dos años anteriores".
El Gobierno municipal también ha decidido pedir ayuda policial a la localidad vecina de Torrejón de Ardoz, por lo que diversos agentes torrejonenses se desplazarán los dos fines de semana a Alcalá."La Delegación del Gobierno de Madrid mandará 40 efectivos de la Unidad de Prevención y Reacción, aunque les he pedido un mayor refuerzo", ha dicho Piquet.Según sus palabras, ha exigido a la Delegación que no sucediera lo mismo que en años previos y "mandara solo lo justo y necesario".
La junta local de Seguridad también ha determinado pedir al Ministerio de Transportes y a ADIF una mayor frecuencia de trenes. "Incluso que se adelanten los horarios para que la gente pueda volver a casa cuando lo desee y no tenga que esperar hasta las 5.30 horas", ha enfatizado la líder del PP.
El dispositivo de seguridad contempla la realización de mayores controles y requisas, así como filtros, en las entradas habituales al recinto. Como novedad, la Policía Nacional estará en estos puntos de acceso.Asimismo, la zona de las peñas estará dentro de un perímetro cerrado y vallado, y habrá un prefiltro policial para acceder a ellas.
"Los agentes contarán con detectores de metales en las entradas al recinto para evitar que se introduzcan armas blancas y, por primera vez, habrá agentes de paisano dentro del recinto", ha señalado Piquet.La Guardia Civil llevará a cabo diferentes controles de alcoholemia en los accesos y vías principales de la ciudad.
La seguridad estará controlada, además, por numerosas cámaras de videovigilancia tanto dentro del recinto ferial como en el parking contiguo. Los agentes contarán con material como escudos, cascos, drones y pistolas táser, tal y como ha determinado la alcaldesa.
A todo ello se suma una mayor iluminación en el recinto, lo que ayudará a la identificación de las personas en las imágenes que se graben, y una mejora de las vías de evacuación del enclave.
Las peñas, por su parte, seguirán contando con el botón del pánico que pueden pulsar para ponerse en contacto con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la megafonía del recinto.
"Por primera vez, no autorizamos el botellón en la vía pública. Se han dado casos de menores con ingestas de alcohol y es un foco de peleas, robos y otros hechos delicitvos", ha informado la regidora complutense.Y ha continuado: "Estaremos pendientes de que la Plaza de Cervantes no se convierta en un botellódromo y tendremos sus entradas vigiladas. Está prohibido consumir alcohol en la vía pública si no es en los lugares autorizados".
El objetivo que persigue el Consistorio alcalaíno con todas estas medidas es la celebración de unas fiestas seguras, en las que se pueda disfrutar con responsabilidad, tal y como ha asegurado la misma Piquet.