Una terapia pionera ha conseguido curar lo que parecía incurable: el cáncer de Alyssa, una niña de trece años que vive en el Reino Unido.
Con células "T" donadas y modificadas genéticamente han logrado que su leucemia remitiera. Se convierte en la primera paciente en recibir un tratamiento creado hace solo 6 años.
Ella es ahora muy feliz gracias a sus nuevas células que han permitido la curación atacando a los linfocitos que originan la enfermedad. Esta nueva técnica ha permitido alterar la estructura molecular para que no choquen autodestruyéndose entre ellas.
Jesús Sánchez Ruiz, doctor en biología molecular, ha explicado que la modificación intenta que las células se parezcan, no se reconozcan y no se autodestruyan, que solo ataquen a células del paciente.
Tras dos trasplantes de médula y tratamientos de quimioterapia que no funcionaron, el cáncer de Alyssa ahora es indetectable.