Buenos Días Madrid ha hablado con uno de los funcionarios a los que han intentado matar con el palo de una escoba.
Con un simple mechero, la empuñadura de una navaja o con la lata de un refresco. Una pajita o una pistola. Cualquier cosa les vale para fabricar armas letales y así sucede. Los funcionarios de prisiones siempre están en alerta.
Desde hace 11 años, él es funcionario en una cárcel madrileña. Está vivo de milagro. Atacan a los funcionarios y a otros presos. Además de las autolesiones.
Y si les preguntas a quienes vigilan a estos presos, si tienen la impresión de jugarse la vida a diario no titubean.
Los funcionarios están pidiendo ayuda porque estas agresiones se quedan entre rejas.