La Comisión Europea advirtió este miércoles a España de que su borrador de presupuestos para 2020 plantea el riesgo de que no cumpla con sus objetivos de reducción de déficit estructural y deuda pública, y le conminó a dar prioridad a rebajar la deuda.
El Ejecutivo comunitario publicó su evaluación sobre la prórroga presupuestaria remitida por el Gobierno en octubre, que incide en que el desvío estructural "se alejará" de los objetivos presupuestarios a medio plazo fijados para España y en que no respetará la norma que obliga a reducir la deuda pública progresivamente cada año hasta llevarla al 60 % del PIB.
"Los Estados miembros con altos niveles de deuda -como Bélgica, Francia, Italia y España- deberían aprovechar el bajo gasto en intereses para reducir su deuda. Debería ser su prioridad", dijo el vicepresidente de la Comisión para el Euro, Valdis Dombrovskis.
La Comisión señala, además, que ante los "grandes retos de sostenibilidad" fiscal que afronta España, es importante que el presupuesto actualizado que debe remitirle para sustituir a la prórroga incluya "las medidas adicionales necesarias" para corregir el desvío.
Bruselas reconoce que su evaluación se basa en un escenario sin nuevas medidas y pide al Ejecutivo español que envíe un presupuesto actualizado que respete el Pacto de Estabilidad y Crecimiento tan pronto como sea posible una vez se forme Gobierno. Le llama además a "utilizar cualquier ingreso inesperado para acelerar la reducción de la deuda".
España salió en 2019 del procedimiento por déficit excesivo y pasó al brazo denominado preventivo, en el que Bruselas vigila el déficit estructural -que no tiene en cuenta el aporte del ciclo económico, al contrario que el nominal-, el control del gasto público y la reducción de deuda.
Bruselas pide a España un ajuste equivalente al 0,65 % de su PIB en el déficit estructural, unos 7.800 millones de euros, mientras que fija un límite del 0,9 % en el aumento del gasto público primario -sin tener en cuenta intereses de la deuda, prestaciones de desempleo ni inversiones cofinanciadas con fondos europeos.
La Comisión calcula que España se desviará en 2020 de estas recomendaciones. La brecha será del 1,2% del PIB en el gasto público y del 0,8% en el déficit estructural, lo que supone que se ajustarían 9.600 millones de euros menos de lo necesario para cumplir con el objetivo. Las cifras del borrador del Gobierno estiman que el desvío sería dos décimas menor en ambos, del 1% y del 0,6% del PIB, respectivamente.
Este borrador incorporaba ya algunas medidas anunciadas para 2020 que aumentarían el déficit, en particular el aumento del salario de los funcionarios y la subida de las pensiones ligada al IPC, que supondrían un gasto de entre 4.800 y 6.000 millones, recordó la Comisión Europea.
En cuanto a la deuda, la Comisión prevé que se reduzca solo una décima, hasta el 96,6% del PIB, insuficiente para cumplir.
Además de España, también Italia, Francia y Bélgica están en riesgo de desviarse de sus objetivos de déficit y deuda, mientras que Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia incumplirían solo en materia de déficit.