Un avión de EEUU se unirá esta noche a la búsqueda del submarino desaparecido en aguas de Indonesia con 53 tripulantes y al que le restan menos de 10 horas de capacidad de oxígeno.El avión de última tecnología se une a los 21 barcos y los helicópteros de la Marina que peinan, ayudados del sistema sonar, las aguas del norte de la isla de Bali donde la madrugada del miércoles se perdió el contacto con el submarino KRI Nanggala-402, fabricado en Alemania en 1978, durante unas maniobras militares.
El general indonesio Achmad Riad anunció en rueda de prensa que además de la llegada del P-8 Poseidon, la búsqueda se centra en nueve puntos dentro de una zona de diez millas náuticas siguiendo el rastro de las fugas de combustible y los campos de magnetismo detectados, que podrían indicar la presencia del submarino.
Además de EEUU, también se han implicado en la búsqueda Australia, India y Singapur, con equipamientos especiales que pueden ayudar a localizar el submarino.
El jefe de la Marina indonesia, Yudo Margono, detalló la víspera que la nave, que desapareció cuando estaba en inmersión, tiene una capacidad para unas 72 horas de oxígeno, es decir que los equipos de búsqueda tienen hasta la madrugada del sábado para hallar posibles supervivientes.
Según la información del Ejército indonesio, el submarino inició la inmersión a las 03:46 hora local (20:46 GMT del martes) y unos 15 minutos después inició la carga del tubo lanzatorpedo número 8. La última comunicación con los tripulantes se produjo a las 04:25 hora local (21:25 GMT del martes) y antes de autorizar el lanzamiento del torpedo se perdió la conexión.
Una supuesta mancha de combustible hallada en el mar podría deberse a que el submarino se encuentre flotando a unos 50 o 100 metros y los tripulantes hayan liberado combustible para aligerarlo.
El accidente de un submarino más grave hasta la fecha es el del ruso "Kursk", el 12 agosto 2000, cuando esta embarcación nuclear, considerada la "joya" de la Flota del Norte rusa sufrió fallos técnicos durante unas maniobras navales y quedó sumergida en reposo en el fondo del Ártico con 118 tripulantes a bordo. Al parecer el accidente se debió la explosión de uno de sus torpedos.