En Francia, los comerciantes de lencería reivindican que son esenciales y están enviando ropa interior al primer ministro para pedir su reapertura. Asi que hoy hemos querido preguntar a los madrileños ¿es la lencería un sector esencial?.
Las hay de seda, con puntillas, modelo tanga. Si el cartero ha hecho su trabajo, el Primer Ministro francés ya ha recibido 200 bragas en su despacho.
Angustiada por un tercer confinamiento, una comerciante gala ha iniciado esta pícara campaña para que la lencería sea declarada esencial y no se cierren sus negocios.
Ni una sola madrileña hemos encontrado este viernes a la que su ropa interior no le parezca esencial: “Para mí si, aunque tenga 82 años”.
Y si hay quien pone un pero, “se podrá comprar por internet”. Pues se le cuestiona: “Por internet sí, pero hay que probarla”.
La faja para hombres y mujeres
Por si queda alguna duda hemos recurrido a las expertas. “Nos olvidamos del componente sanitario del pecho” opina una de las consultadas. “Para su vida cotidiana es una prenda esencial”.
Por cierto, hablando con Ángela, nos hemos enterado que la faja es la prenda más vendida tras el confinamiento “porque no solo nos ha afectado a nosotras también a los caballeros”.
Convertidas en auténticas camisetas con refuerzo abdominal.