Cientos de familias se preparan para despedir el 2020 como pueden en la Cañada Real.
Allí, siguen los cortes de luz y muchas casas sin suministro eléctrico, mientras siguen los contagios por Covid. Hemos estado con varias familias. Dicen que no tienen ganas de fiestas.
La Cañada Real se prepara para una Nochevieja atípica. Sin luz eléctrica. A dos velas, en sentido literal. Muchas familias ni cenarán. No funcionan las cocinas. No habrá uvas por televisión. Tampoco hay ganas.
"No tengo ganas de uvas" dice una de las afectadas. “Cocinar quien pueda” dice otra.
Nada que celebrar. Cansados de esperar la luz. Desde octubre así. Ya son tres meses. Nochevieja más fría que nunca. Sin calefacción, hay que tirar de manta.
Congelados
"La casa es una nevera" se queja uno. "El pijama y cinco mantas... Están malos" lamenta otra de las afectadas.
En el caso de Raquel: no podrá pasarla con su padre, pues, enfermo, conectado a una máquina de oxígeno, ha tenido que ser ingresado en una residencia.
Y los niños viven unas fiestas muy complicadas. “Para ellos es muy triste… para los niños... Quiero para reyes" dicen.
Al año nuevo, le piden luz. 2020, para ellos, no es sólo el año de la pandemia. Es el año que les dejó sin luz