Reencuentro público entre Pablo Casado Y José María Aznar coincidiendo con el 25 aniversario de la victoria del PP en las generales de 1996. Primer cara a cara en un momento difícil para el partido y para la relación entre ambos. Casado en su primera intervención ha querido poner fin al debate y ha asegurado que “pinchan en hueso” los que pretendan separar al PP de ahora con el de antes, mientras que Aznar ha subrayado que “la batalla de las ideas es básica”.
El líder del PP ha reivindicado el legado de los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy y ha avisado que "pinchan en hueso los que pretendan dividir a la nueva generación" del partido con sus predecesores. Casado ha subrayado que él tiene ahora "más difícil" esa reunificación del centroderecha. "Hay grandes partidos que hacen que esa reunificación del espacio electoral sea más complicado", ha afirmado en alusión a Vox.
Aniversario de la victoria del PP
Ha añadido que el PP se encontró en los años 90 con partidos más pequeños para llevar a cabo esa refundacion y ha agregado que el propio Aznar ha reconocido públicamente que la actual dirección del PP lo tiene "mucho más complicado".
Así se ha pronunciado Casado en su intervención en el 'Aula de Liderazgo' que organiza el Instituto Atlántico de Gobierno (IAG) que dirige Aznar y la Universidad Francisco de Vitoria, un acto que se produce la víspera del 25 aniversario de la victoria del Partido Popular en las elecciones de 1996, que llevaron a la formación por primera vez al Palacio de la Moncloa tras sus pactos con CiU y PNV.
Orgulloso del legado de Aznar y Rajoy
Aznar ha hecho hincapié en que se trataba de un acto académico para "reflexionar" y que no pretendían "celebrar nada". "De la historia se sacan muchas lecciones, es la maestra de la vida como se dice y de ello se pueden sacar lecciones positivas y cuestiones a las que hay que prestar mucha atención", ha manifestado.
Sin embargo, Casado ha subrayado que él sí había acudido a celebrar "dos legislaturas clave para la historia de España" y que sirvieron para consolidar la Transición y refundar un espacio electoral disperso y dividido. Además, ha subrayado que en noviembre se celebran también los 10 años de la llegada de Mariano Rajoy a Moncloa.
El líder del Partido Popular ha destacado que tanto Aznar como Rajoy dejaron al país "mejor" de lo que lo encontraron y ha añadido que es "esencial estar orgulloso de un legado" que, a su juicio, es "patrimonio de los españoles".
Pinchan en hueso
“Aprovecho para decir que pinchan en hueso los que pretendan dividir a la nueva generación del PP con nuestros predecesores porque la hemeroteca juega a nuestro favor. Me presenté diciendo que estoy orgulloso de liderar el mejor partido de España y el más grande de Europa", ha resaltado, en alusión al congreso extraordinario del PP que le llevó a la Presidencia del PP en 2018.
Este acto ha sido la primera vez que aparecen juntos Casado y Aznar después de que el PP haya centrado buena parte del foco informativo el mes de febrero a raíz del inicio del juicio sobre la presunta 'caja B' del partido. Para romper con ese pasado, Casado anunció hace dos semanas que abandonarán la histórica sede nacional del PP situada en la calle Génova 13.
Polo de atracción y marcar el camino
Por su parte, José María Aznar ha llamado a que el PP sea "un polo de atracción para evitar que los extremos crezcan" y a dar la batalla de las ideas, aunque ha señalado que es el actual líder del PP quien debe marcar el camino.
Aznar recomienda a Casado ir a los “elementos básicos” porque “varía la forma de hacer pero no varía el fondo político", y ha aludido a la disciplina fiscal, las rebajas fiscales, "mantener la casa en orden" o a la ambición exterior. El expresidente del Gobierno ha deseado a quien fuese su pupilo político "mucha suerte" y ha sostenido que cuando se tiene la responsabilidad de ser uno de los "actores importantes" es necesario "marcar el camino".
Le ha animado a dar la batalla de las ideas porque “es imposible recetar bien si no se tiene la idea de lo que hay que recetar” y no se puede optar por la “indefinición”, un rasgo que a su juicio caracteriza a los actuales dirigentes, "capaces de hacer cualquier cosa con tal de seguir”.
De su victoria en marzo de 1996 ha destacado que sirvió para desmontar dos negaciones: que no existía alternativa al Gobierno del PSOE y tampoco a sus políticas, que las medidas de corte liberal no eran posibles. “Se había trabajado en unir todo lo que estaba a la derecha de la izquierda, en hacer tarea de oposición y en definir un proyecto muy claro que los españoles conocían y supieron apreciar”, ha agregado Aznar.