Bajan las temperaturas y sube la factura de la calefacción. La OCU ha realizado un informe sobre los sistemas que más nos pueden ayudar a ahorrar, aunque hay que tener en cuenta si son aptos para nuestra vivienda.
La opción más barata son las bombas de calor: unos 455 euros al año, porque a pesar del coste de la electricidad, son muy eficientes.
Si tenemos una casa grande podemos decantarnos por los pellets a un precio de 545 euros.
La caldera de gas de condensación sigue siendo el sistema más extendido. Cuesta unos 636 euros al año, la mitad que los radiadores eléctricos.
Calentar una vivienda con leña con unos 5.000 kilos nos puede suponer 1.300 euros.
Con la bajada del precio de la electricidad, los radiadores y los acumuladores eléctricos se vuelven opciones también interesantes para ahorrar.