Francia será el primer país europeo que permita retirar las mascarillas en espacios interiores pero es también el país donde se dirige el foco desde este viernes por la llegada de las caravanas de camioneros antivacunas a París.
No lo tendrán fácil porque la policía gala está preparada para impedir el paso a camiones, autocaravanas y tractores que se dirigen hacia allí. Además, amenazan con fuertes sanciones y detenciones.
Un ‘convoy de la libertad’ que no sólo protesta por el pasaporte de vacunación, sino que recoge multitud de críticas al Gobierno de Macron, a tan sólo dos meses de las elecciones, como la escalada de precios y las desigualdades sociales.
A pesar de la prohibición del 'convoy de la libertad' en Francia, las caravanas siguen su avance hacia París donde esperan confluir esta noche y lograr así colapsar la ciudad y después continuar rumbo a Bélgica.
De momento ya se ha convocado para el lunes, en Bruselas, una gran manifestación contra las restricciones impuestas para contener la pandemia.
Las diferencias entre la iniciativa francesa de los camiones y la canadiense son evidentes. En Ottawa la protesta la encabezan los miles de camioneros que para poder trabajar tienen que estar vacunados, a lo que se niegan. Un día más resisten frente al Parlamento y continúan colapsando las vías de comunicación entre Canadá y EEUU.
El bloqueo está provocando en Canadá importantes daños en la economía, en industrias como la del automóvil. El gobierno convocó anoche un gabinete de crisis, mientras que desde la Casa Blanca. EE.UU ha ofrecido su ayuda para terminar con las protestas.