La limitación de la temperatura a 27 grados en verano y 19 en invierno también afecta al sector de los transportes. Aeropuertos y estaciones deberán adaptar sus termostatos a las nuevas exigencias aprobadas por el Gobierno.
Los termostatos de las estaciones de transporte no podrán marcar más de 27 grados en los meses de verano. Sin embargo, en Puerta de Atocha, aunque el aire acondicionado no baja del límite establecido, la temperatura real en la estación es de 32 grados al mediodía.
Aunque hay puertas automáticas entre las diferentes estancias de la estación (lo que permitiría aislar cada espacio para mantener la temperatura) las puertas están abiertas, por lo que es difícil mantener los grados.
“Hace calor” ha sido uno de las frases más repetidas por los viajeros. Una crítica que ha incidido en la gran cantidad de gente que transita en las estaciones, algo que se debería tener en cuenta para poder flexibilizar la medida y bajar la temperatura unos grados. “Es una barbaridad para la cantidad de gente que hay”.