Una misión espacial española ha viajado a Marte y, al llegar, ha encontrado algo realmente imprevisible: nuestro planeta vecino estaba colonizado por chulapos. Este es el punto de partida de 'Villa y Marte', el nuevo montaje de teatro de la compañía Ron Lalá. Regresa con su habitual humor y música y chulapos mutantes.
Martiz se llama la colonia. Mutantes por la Gran Vía Láctea. Auténtica ciencia ficción. Madrid en un planeta... rojo.
El capitán se enamora de una chulapa de ocho ojos que se encuentra en una marciana verbena castiza. La compañía abandona brevemente sus laúdes, flautas y vihuelas para electrificarse musicalmente sin abandonar el humor en verso.
Cuplé y casco espacial. Ray Bradbury y Federico Chueca. Madrid es Marte y Marte es Madrid. Aquí los tópicos, nos aseguran, no salen ni reforzados ni zarandeados.
No faltarán referencias a la actualidad, advierten, en esta especial y espacial vuelta de tuerca su repertorio habitual.