Rusia centra su potencia de fuego en el este de Ucrania. Y moviliza fuerzas desde su territorio, como un nuevo convoy que circula en dirección a Jarkov. El Kremlin ha declarado su intención de "liberar la región del Donbás", considerada ahora mismo el objetivo prioritario de la guerra de Putin.
Las tropas rusas mantienen sus ataques en la región de Donetsk, así como en Mariúpol y Járkov, al llegar al cuadragésimo séptimo día de contienda, en la que han muerto 183 menores, según fuentes ucranianas. En Luxemburgo, el alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, subraya que Rusia intensificará los próximos días su campaña en el Este, en el Dombás.
El portavoz del ejercito de Kiev ha advertido de que el Kremlin puede atacar ahora la región de Transnitria, de la república de Moldavia, y luego acusar a Ucrania. Desde el Mar Negro la armada rusa ha atacado, según este portavoz, 86 instalaciones militares ucranianas.
Mientras, el ejército ucraniano se atrinchera en el este del país preparándose para una batalla que parece inminente, con miles de ciudadanos intentan dejar las zonas calientes.
Tras la retirada de tropas rusas, siguen apareciendo cadáveres en fosas comunes, la última en una carretera cerca de Odesa.