En el último año se ha disparado el precio de los alimentos más utilizados a la hora de desayunar. El incremento de precios ha afectado prácticamente a todo: el café, el zumo de naranja pero sobre todo el cacao, su precio se ha disparado un 270%.
En concreto el kilo de naranjas ha subido un 36% en doce meses, aunque lo que no parece tener fin es el precio del aceite de oliva virgen con el que rellenamos la tostada. La botellita de cristal ha pasado de 2,80 a 6 euros.
También los tomates o el jamón. La carne de cerdo se ha disparado un 60%.
A todo ello hay que sumar el precio del café que se ha incrementado un 25% en 12 meses.
En el otro extremo encontramos cómo en el último año el trigo ha bajado un 14% y la leche un 4%.