Despertarse de la sedación y conocer a su hija por videollamada. Eso le ha ocurrido a Vilma, una paciente de Covid que tuvo que ser intubada y sedada por una insuficiencia respiratoria grave. Los médicos del Hospital 12 de Octubre le practicaron una cesárea para salvar la vida de ambas.
Tras diez días intubada, los médicos han despertado a Vilma y le entregan una tablet. Ella, aún débil, consigue incorporarse y ver la pantalla. Sus primeras palabras son "qué linda".
La doctora Eloisa López, de la Unidad de Anestesiología y Reanimación, ha explicado que durante el periodo que Vilma estuvo despierta pero no podía salir de la planta comenzaron el proceso de humanización. "Le presentamos al bebé y la ropita a la mamá para favorecer el desarrollo y la rehabilitación psicosocial de la madre", ha contado la doctora.
Vilma, de 32 años, contrajo la Covid en la recta final de su embarazo. A mediados de enero estuvo ingresada con neumonía en el Hospital. Tras ser tratada en planta, mejoró y pudo volver a casa. Pero en apenas dos días, Vilma pasó de un proceso leve a uno grave y tuvo que ser ingresada de nuevo. En este caso 20 días, 13 de ellos en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Los médicos le practicaron una cesárea de urgencia. Seguir con el embarazo le hubiera costado la vida.