Este año la pandemia impone también cambios en el Carnaval, en lo profano y en lo sagrado. El Vaticano ha tenido que adaptar la liturgia de las celebraciones propias de este tiempo a los rigores de la pandemia.
Este Miércoles de Ceniza, la ceniza no se administrará como en otras ocasiones. El sacerdote no hará el signo de la cruz en la frente de la persona sino que la esparcirá sobre su cabeza, sin contacto.
La iglesias de Madrid, como en otros espacios de afluencia pública, también han visto limitado su aforo y ampliada la distancia de seguridad.
El 'Entierro de la Sardina', una de las actividades más señaladas del Carnaval, no se celebra este año. La Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina no saldrá del Paseo de la Florida ni llegará hasta la Fuente de los Pajaritos en la Casa de Campo. Este año la sardina se queda sin baile y sin comitiva.
