Le dispara a bocajarro para hacer la gracia. La bala queda encajada en el chaleco antibalas. Una peligrosísima temeridad que colgaron en redes.
Son dos delincuentes reincidentes de Santurce (Vizcaya). El joven que empuña la pistola se ha entregado cuando supo que la policía le estaba buscando.
Imágenes virales en las que se aprecia el disparo y los gritos debido a los impactos recibidos. Ambos pertenecen a una banda de delincuentes con un amplio historial delictivo.
En la calle, las personas consultadas no salen de su asombro al conocer los hechos: "Yo flipo, te lo juro". "Es un gilipollas". "Se le podía haber escapado a la pierna".
Los experto aseguran que jugar con un arma a esa distancia es un grave problema, "evidentemente es un acto ilegal con un altísimo riesgo para la vida de su amigo".
Al detenido se le imputa una denuncia por tenencia ilícita de armas.