La ex asesora de Podemos Dina Bousselham ha vuelto a declarar este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón para establecer que no tiene nada que perdonar al ex vicepresidente del Gobierno y ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, por ver la información que contenía su tarjeta telefónica puesto que entre ambos había una relación de plena confianza.
Se trata de la tercera vez que Bousselham testifica ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, que la citó por mandato de la Sala de lo Penal, la cual consideró necesario que la trabajadora 'morada' aclarara si "consiente, tolera y acepta" que su antiguo jefe tuviera acceso al contenido de su mini SD.
Las declaraciones de este 15 de marzo son las últimas diligencias de esta pieza 10 del 'caso Villarejo', donde se investiga el recorrido que tuvo la tarjeta telefónica desde que a Bousselham le robaron el móvil en un centro comercial en 2015 hasta que parte de su contenido apareció publicado.
Justo dos años más tarde de ese robo, en noviembre de 2017, aparecieron en el domicilio del ya comisario jubilado José Manuel Villarejo un disco duro y dos USB en los que se almacenaban unas carpetas denominadas 'DINA 2' y 'DINA 3' que contenían archivos procedentes de la tarjeta telefónica.
Según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, la testigo ha señalado que no hay nada que perdonar a Iglesias porque tenían una relación de plena confianza que les permitía acceder a sus respectivos dispositivos. Incluso ha detallado que podía ver la tableta de su jefe y él, el móvil de ella.
SIN PERDON PARA LOS PERIODISTAS
Sin embargo, ha rehusado perdonar a los dos periodistas investigados, que también pudieron ver parte de la información que guardaba la tarjeta telefónica y fueron quienes se la devolvieron a Iglesias, que posteriormente se la entregó a su legítima propietaria.
La ex asesora de Podemos ha tachado a los dos informadores de machistas, por supuestamente ver el contenido personal de su mini SD, interesando que el procedimiento judicial continúe respecto a ellos.
En este punto, de acuerdo con las fuentes consultadas, el propio juez ha planteado a Bousselham por qué valora de forma distinta dos comportamientos, el de los periodistas y el de Iglesias, que habrían sido similares. Ella ha incidido en que la diferencia estriba en que con el ex líder de Podemos había confianza.
Sobre la información que albergaba el dispositivo telefónico, la testigo ha descrito que contenía documentación relativa a Podemos --como agenda, estrategia de campaña y cuentas corrientes-- y personal.
En este punto, ha confirmado que en su día hizo capturas de pantalla de los chat internos, que a su vez compartió en otros grupos integrados por miembros de Podemos, y que esas imágenes fueron las que posteriormente aparecieron publicadas.
PUDO ACCEDER A LA MINI SD
Parte de la comparecencia judicial se ha centrado en determinar si la tarjeta funcionaba cuando Bousselham la recibió de manos de Iglesias, puesto que hasta ahora había ofrecido versiones contradictorias.
La ex asesora de Podemos ha ratificado su segunda declaración por cuanto ha afirmado que cuando Iglesias se la devolvió la mini SD estaba operativa. Así, ha contado que la introdujo en un lector conectado al ordenador de su pareja, Ricardo Sa Ferrera, comprobó que las fotos familiares que había seguían allí y la desconectó. Cuando fue a consultarla, tiempo después, ya no funcionaba, ha aseverado.
García Castellón ha intentado determinar qué ocurrió en ese lapso temporal para que el dispositivo se estropeara, si bien Bousselham no ha podido explicar el porqué, limitándose a apostillar que hubo una mudanza entre medias.
Este martes, también han testificado los dos peritos de la Policía Científica que elaboraron el informe que concluyó que era técnicamente imposible establecer quién accedió por última vez a la mini SD y, en consecuencia, pudo dañarla.
En su caso, han ofrecido una explicación técnica por la que han confirmado su informe. En este sentido, han dicho que la mini SD constaba de dos cristales, de los cuales uno pudo leerse y otro no, pero que para fijar cuándo fue el último acceso se necesitan también un código y un algoritmo de los que no disponían.
Han aludido asimismo al daño provocado por los trabajos realizados por la empresa británica a la que Bousselham y Sa Ferrera enviaron el dispositivo con el propósito de recuperar su contenido. Sobre esto, han corroborado que había desperfectos visibles achacables al exceso de lijado, si bien han puntualizado que eso no fue lo que la dejó inservible, apuntando a un daño adicional que no han podido especificar si fue accidental o provocado.
EUGENIO PINO
El ex director adjunto operativo (DAO) Eugenio Pino también ha testificado este martes, a fin de esclarecer si la intervención de Villarejo en este asunto estaba justificada por la existencia de una investigación policial.
Pino ha querido dejar claro que Villarejo no le entregó la mini SD ni le dio ningún dispositivo con el contenido de la tarjeta telefónica, contradiciendo así lo manifestado en su día por el comisario, que sostuvo que se la dio en mano al ex DAO. Sin embargo, al mismo tiempo Pino ha comentado que en la DAO había mucha gente y que en realidad él, como máximo responsable, no recibía directamente ese tipo de materiales.
Además, al ser preguntado acerca de si había una investigación abierta en la DAO sobre Podemos, ha precisado que sobre el partido político no, pero que en ese momento sí había pesquisas relativas al propio Iglesias, a Juan Carlos Monedero y a Jorge Vestrynge.
Estas comparecencias eran las únicas diligencias que quedaban pendientes después de que el juez pusiera fin a la investigación de 'Dina' el pasado 29 de enero, tras recibir el informe policial que impedía concretar quién dañó la mini SD.
Tanto Vox, que ejerce la acusación popular, como Iglesias y Bousselham le pidieron seguir indagando. El partido, para que interrogara al ex vicepresidente del Gobierno como imputado, algo a lo que el instructor se negó al no poder atribuir los daños informáticos. Y, los segundos, para que averiguara si el robo del dispositivo obedecía a un operativo similar a 'Kitchen', una cuestión que el magistrado también ha rechazado investigar.