España, que se encuentra en estado de alerta roja, lucha contra los incendios forestales. En las últimas horas se han declarado en ocho comunidades. Solo en la Comunidad Valenciana se han producido hasta una veintena.
En Cataluña hay más de 3.000 hectáreas calcinadas y seis focos activos, tres de ellos ya estabilizados. El incendio de Lladurs, Lérida, es el que más preocupa, ya que podría llegar a quemar 50.000 hectáreas. Todos los esfuerzos de los bomberos y de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se centran en esta zona, pero se trata de un terreno de muy difícil acceso por tierra. Es por eso que se está tratando de combatir el fuego por el aire con hidroaviones y helicópteros.
El de Sierra de la Culebra en Zamora se ha complicado. Las llamas avanzan rápido debido al viento. 500 personas de seis municipios están desalojadas. El incendio se mantiene fuera de control y en nivel 2 de peligrosidad. Hay entre 4.000 y 5.000 hectáreas calcinadas en la reserva de la biosfera Meseta Ibérica.
Respiran algo más tranquilos en Navarra. Han vuelto a sus casas los evacuados y los incendios están estabilizados y sin rebrotes.
En Castellón también han conseguido estabilizar el incendio forestal de Xert. Estabilizados, pero no controlados, están en Orense los dos de la comarca de Valdeorrasa. En Zaragoza, en el entorno de Nonaspe, la superficie quemada supera las 1.000 hectáreas.