El grupo especial de actividades subacuáticas de la Guardia Civil incrementa su actividad para garantizar que en las zonas de baño fluvial de Madrid todo transcurra sin incidentes.
La principal labor de vigilancia, y donde estos especialistas encuentran el grueso de su trabajo, es en el Pantano de San Juan.
Se trata del único pantano de Madrid donde está permitido el baño y la navegación, dos actividades que pueden entran en conflicto, motivo por el que se refuerza este tipo de presencia policial.
Además, se dedican a limpiar en la medida de lo posible el agua, eliminando cualquier rama o piedra que pueda suponer un riesgo para la vida de los bañistas, aunque su principal función es proteger a estos últimos frente a las embarcaciones que allí se encuentran.