El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, urgió desde el cruce fronterizo de Rafah, que une Egipto con la Franja de Gaza, la apertura del paso para la ayuda humanitaria destinada para la población del enclave palestino, bajo bombardeo de Israel y sin agua, electricidad, alimento y gasolina desde hace 12 días.
En una visita al paso, el único acceso a la Franja que no está bajo control de Israel, Guterres subrayó que la entrada de ayuda a la zona es "absolutamente esencial" y que esta "operación humanitaria no es normal", sino una operación "urgente" para rescatar personas "en un estado de guerra".
Guterres está en la frontera en una visita relámpago desde El Cairo, donde llegó el jueves para reunirse con las autoridades egipcias y para participar estesábado en una cumbre internacional organizada por el gobierno de Abdelfatah al Sisi para abordar la crisis de violencia que arrancó el pasado día 8 con el asalto terrorista del brazo armado de Hamás en territorio israelí.
Según pudo verse en el canal de televisión egipcio Al Qahira News, Guterres dio un breve discurso ante el paso, aún cerrado y bajo reparación, y frente a algunas decenas de trabajadores humanitarios egipcios que aguardan la apertura de la frontera para poder ingresar la ayuda.
Allí Guterres señaló que la ONU está "trabajando para que los camiones lleguen lo antes posible, con la mayor cantidad de ayuda posible" a la población necesitada, al tiempo que insistió en la necesidad "de arreglar esta situación lo antes posible".
El portugués apuntó que hay un acuerdo entre Israel, Egipto y la ONU para el ingreso de ayuda, "con una serie de condiciones", y señaló que desde su organización se está buscando "para que puedan entrar camiones de ayuda todos los días".
Al menos 18 palestinos muertos por bombardeo de Israel contra una Iglesia en Gaza
Al menos 18 palestinos cristianos murieron por un bombardeo del Ejército de Israel sobre la iglesia ortodoxa de San Porfirio en la Franja de Gaza, donde se refugiaba casi medio millar de personas incluyendo mujeres y niños, informaron este viernes fuentes oficiales.
Issa Mousleh, portavoz del Patriarcado Griego Ortodoxo, confirmó que al menos 16 personas murieron por el impacto de los proyectiles israelíes, pero no descartó que la cifra sea mayor pues "muchas de las cerca de 450 personas que albergaba la iglesia se encuentran bajo los escombros, y no hay herramientas eficaces en el lugar para sacarlas rápidamente". Hasta el momento se desconoce el número preciso de heridos.
El Ejército de Israel reconoció que sus aviones de combate atacaron un centro de comando y control perteneciente al grupo islamista Hamás en Gaza, y como resultado de ello, "una pared de una iglesia en la zona del centro resultó dañada". "Estamos al tanto de los informes sobre víctimas. El incidente está bajo revisión", puntualizó un portavoz castrense, al subrayar que "la Iglesia no fue el objetivo del ataque".
El Patriarcado Griego Ortodoxo de Jerusalén condenó el bombardeo israelí, asegurando que "atacar a las iglesias y sus instituciones, junto con los refugios que proporcionan para proteger a ciudadanos inocentes, especialmente niños y mujeres que han perdido sus hogares" debido al actual conflicto entre Israel y Hamás, "constituye un crimen de guerra".
El Ejército israelí justifica sus ataques sobre viviendas, templos, escuelas y otras estructuras civiles en Gaza, argumentando que Hamás instala sus recursos militares en zonas civiles y utiliza a los residentes como "escudos humanos".