Este jueves, 3 de agosto, se cumplen 50 años desde que Seat fabricó el último 600.
En 1957 el primer Seat salía de la fábrica de Martorell; por entonces costaba unas 65.000 pesetas, lo cual equivalía al salario de casi tres años y medio de un trabajador.
Conocido como el 'pelotilla', por su forma redondeada, o el 'ombligo', porque todo el mundo tenía uno, este utilitario fue tan popular que llegó a tener hasta una canción.
No obstante, el 600 marcó la historia de España, ya que llevó a las clases medias de vacaciones, convirtiéndose en uno de los pilares del desarrollo económico de los años 60.
Este jueves, 3 de agosto, se cumplen 50 años desde que Seat fabricó el último 600.
El 600 ayudó a mejorar la calidad de vida de la gente, aportando un plus de movilidad, lo que permitió también acceder a trabajos que estaban más lejos del domicilio, en un momento en el que los transportes públicos eran bastante precarios.
Rápidamente el precio se hizo más asequible debido a que la sociedad aumentó su poder adquisitivo, y en los años 60 la demanda era tal que había listas de espera de dos años para conseguir el vehículo.
Con el devenir de los tiempos el 600 acabó convirtiéndose en un coche obsoleto y con una tecnología antigua. Por eso, el 3 de agosto de 1973 el mítico utilitario dejó de fabricarse.
Hoy en día todavía quedan unos 10.000 unidades del 600 circulando y son más de cien los clubes dedicados a este coche que cada fin de semana organizan salidas, encuentros y excursiones.