La mujer asesinada en Pozuelo de Alarcón esta semana tenía orden de protección de riesgo bajo y su marido, que se suicidó tras cometer el crimen, tenía orden de alejamiento aunque no la cumplía.
Lobna, la fallecida, tenía que haber asistido hoy al juicio para divorciarse. Había dado todos los pasos que la administración dice que hay que dar en casos de maltrato.
Pero fallaron los protocolos de vigilancia y seguridad de la Policía Municipal de Pozuelo, dentro del programa de protección VioGen. Así lo ha confirmado la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.
La víctima, después de 14 años de maltrato, denunció en enero. El juzgado impuso a su marido Boutajed orden de alejamiento de 500 metros. Vivía a 400 metros en casa de un familiar.