Irán ha extendido hasta la medianoche de este viernes el horario de votación de las elecciones presidenciales anticipadas tras la muerte del anterior mandatario, Ebrahim Raisí, en unos comicios sin un claro favorito.
Las elecciones se han tenido que anticipar un año, tras la muerte en accidente de helicóptero del anterior presidente y favorito de Jamenei para sucederle.
Sin un claro favorito, los iraníes deciden entre el pragmático conservador Mohamad Baqer Qalibaf, el ultraconservador Saeed Jalili y el reformista Masoud Pezeshkian para suceder al presidente Ebrahim Raisí, quien murió en un accidente de helicóptero en mayo.
Los datos de las encuestas locales apuntan a una posible segunda vuelta dentro de una semana dado que parece que ningún candidato logrará un 50 % de los votos.
El presidente iraní tiene capacidad de decisión en cuestiones nacionales y en menor medida en política exterior y de seguridad en Irán, donde el líder supremo, Ali Jameneí, ejerce de jefe de Estado con vastos poderes.
Excepticismo y apatía
Como es tradicional, Jameneí votó a primera hora ante las cámaras televisivas y llamó de nuevo a participar en los comicios.
Entre los votantes reina, sin embargo, el escepticismo y la apatía en medio de una economía lastrada por una inflación del 40 %, un devaluado rial y un 20 % de desempleo joven.
A ello se suma el desencanto de muchos iraníes, especialmente jóvenes, con la República Islámica ante la falta de las libertades sociales, en especial la imposición del velo islámico, un tema candente desde la muerte de Mahsa Amini en 2022 tras ser detenida por no llevarlo bien puesto, que provocó fuertes protestas.
Están llamados a las urnas más de 61 millones de personas. Los datos de las encuestas locales apuntan a una posible segunda vuelta dentro de una semana, dado que parece que ningún candidato logrará un 50 % de los votos. Se espera que los resultados se anuncien este sábado a mediodía.