El Ejército israelí continuó este lunes los ataques en Gaza, a pesar de haber retirado sus tropas del sur de la Franja.
Mientras, aumenta la presión por parte de los familiares de los rehenes y por parte de EEUU para alcanzar una tregua que frene el desastre humanitario en suelo palestino.
Israel da por desmantelada la estructura local de Hamás en Jan Yunis y mantiene los preparativos para una posible invasión terrestre de Rafah. EEUU es poco optimista sobre una posible desescalada del conflicto.
Por otro lado, las manifestaciones contra la gestión de la guerra por parte de Benjamin Netanyahu no cesan en Tel Aviv.
Unos 100.000 israelíes le han pedido en las calles un acuerdo con Hamás para liberar a los 133 rehenes que siguen en manos de la milicia palestina. Netanyahu responde: "No habrá alto el fuego sin el regreso de los rehenes".