La ley de amnistía que exige el expresidente catalán Carles Puigdemont para empezar a negociar una investidura de Pedro Sánchez ha sido rechazada por socialistas históricos como Felipe González, Alfonso Guerra, Ramón Jáuregui y, este mismo viernes, Joaquín Almunia, aumentando así la presión sobre el PSOE.
Joaquín Almunia y Jesús Eguiguren son los últimos socialistas en sumarse a la ya larga lista de históricos dirigentes del PSOE que critican la amnistía que está negociando el gobierno de Sánchez con los independentistas.
Una amnistía que, este mismo gobierno, desde Pedro Sánchez hasta sus principales ministros, negaron que fuese legal, ni que pudiera caber dentro de la Constitución.
Pedro Sánchez aseguraba que "el independentismo lo que pide es la amnistía, algo que desde luego, este gobierno no va a aceptar".
"Quien ha rectificado y mentido es Pedro Sánchez, que tres días antes de las elecciones dijo que amnistía no iba a haber, que no cabía en la Constitución, así como hasta once ministros del PSOE que lo han dicho a lo largo de los últimos años, pero en estos momentos están negociando la rendición del Estado de Derecho/amnistía", aseguraba este viernes el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida, que lo ha calificado como "un paso de no retorno frente al golpismo", unido a que la tramitación mediante lecturaúnica "es un fraude de ley, una falta de respeto a la democracia y al Estado de Derecho".
Ahora numerosos socialistas se niega a que Sánchez vuelva a ser presidente a cualquier precio.
El exministro y excomisario europeo del PSOE, Joaquín Almunia, ha expresado su convicción de que "de momento" no hay condiciones para una amnistía "desde el punto de vista político del interés general de la sociedad".
En Radio Euskadi, Almunia ha afirmado que le gustaría escuchar "una rectificación profunda política" de "quienes fueron protagonistas de aquellos hechos claramente contrarios a la Constitución, contrarios a la opinión de muchísimos catalanes, de decidir unilateralmente separarse de España", con el objetivo de que "esos hechos no se puedan volver a repetir".
El expresiente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren pedía "que no se nos ofenda a los constitucionalistas" y que "en caso contrario, que se repitan las elecciones".
Pero eso parece no entrar, ahora, en los planes de Pedro Sánchez.
El único dirigente socialista en activo que ha planteado críticas a una ley de amnistía ha sido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el barón más poderoso del PSOE en la actualidad, que considera que "vulnera el principio de igualdad ante la ley" y "choca con la Constitución".
Por su parte, el expresidente aragonés y senador autonómico Javier Lambán, muy crítico habitualmente con la gestión del Gobierno de Sánchez al igual que Page, ha dicho este viernes que una ley de amnistía "no cabe en la Constitución" y "abriría una vía de agua en la nave constitucional que podría llevarla directamente a pique".
Este mismo viernes, la presidenta de la Asamblea Nacional de Cataluña, Dolors Feliu, ha defendido que el Parlamento de Cataluña debería declarar la independencia si se aprueba la amnistía para los líderes independentistas. En declaraciones a SER Catalunya, Feliu ha asegurado que al día siguiente de declararse la independencia, Cataluña "empezaría a funcionar" por sí misma: "Después que nos digan que no se puede hacer. ¿Cómo que no? ¿No nos acabáis de decir que no existe esta penalización?", ha explicado.
Por su parte, la consellera de la Presidencia del Gobierno catalán, Laura Vilagrà, ha afirmado este viernes que una amnistía para los encausados por el procés es "una carpeta imprescindible, una línea roja, de aquí no nos moveremos", y ha rechazado las "injerencias" que pueda haber desde el Poder Judicial. Para la consellera, "la Justicia no debe inmiscuirse en los temas políticos", ya que "el Congreso de los Diputados tiene toda la potestad para legislar los temas que considere".
Estas declaraciones llegan cuando faltan tres días para que se celebre la manifestación independentista de la Diada, a la que asistirá el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, a diferencia del año anterior.
Mientras tanto, el PSOE rechaza volverse a reunir con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, antes de la sesión de investidura de los días 26 y 27 de septiembre, tal como había solicitado el presidente 'popular'. La ministra de Educación y Formación Profesional en funciones y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, en un mensaje grabado desde Ferraz acusa al PP de generar el problema actual en Cataluña y de no apoyar las soluciones que propone el PSOE.
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, critica que el PSOE rechace verse con Alberto Núñez Feijóo y prefiera "echarse en los brazos" del "prófugo" Carlos Puigdemont, algo que, a su juicio, evidencia que está "dispuesto a todo" con tal de "poder seguir en el Gobierno". Es más, ha recalcado que "hoy los socialistas no pueden mirar a la cara ni a sus dirigentes históricos, ni a muchos de sus militantes ni a la gran mayoría de sus votantes".
"Pedro Sánchez parece haber finiquitado al Partido Socialista. No quiere ni hablar con la mitad de los españoles porque lo que prefiere es echarse en los brazos de un prófugo que le exige la amnistía para poder seguir en el Gobierno", ha aseverado.