La Comunidad de Madrid está desarrollando una investigación enfocada a conseguir que la vegetación forestal acumule más agua, tanto para fortalecer a las plantas ante posibles incendios forestales como para aumentar la capacidad de los embalses.
Para ello, se han creado cinco parcelas experimentales en montes de utilidad pública del norte de la región, donde se han instalado sensores que van a hacer mediciones de plantas, suelo y atmósfera.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha visitado este martes uno de esos terrenos, en el municipio de Canencia, mientras que las parcelas restantes están en Braojos (dos), Rascafría y Puebla de la Sierra, para que estén representados los principales tipos de masa forestal presente en la región, fundamentalmente pino silvestre y rebollo.
Novillo ha explicado que, según la respuesta a los tratamientos que se efectúen en estos terrenos, se va a estudiar cuáles son las prácticas más efectivas para regenerar la vegetación y su capacidad de absorción del agua, según recoge la Comunidad de Madrid en una nota.
Asimismo, el análisis guiara sobre cómo fijar carbono orgánico en los suelos, a fin de evitar la erosión y actuar contra la desertificación.
Además, a lo largo del año se está actuando también en 27 montes de utilidad pública, repartidos en 21 municipios y que suman una superficie total de 568,45 hectáreas, donde se ha reducido “moderadamente” el arbolado, con lo que se favorece que el resto de ejemplares se desarrolle “con más vigor” y que “mejoren las propiedades del terreno”.