La Guardia Civil de Tráfico dejará de operar en Navarra el próximo 1 de julio. Así lo ha anunciado su presidenta María Chivite a su llegada al Parlamento, afirmando que es "un gran día para Navarra".
"Todos los presidentes hemos reivindicado esta transferencia para nuestra comunidad, todos los gobiernos hemos defendido que esta transferencia tenía que recuperarse para Navarra y hacerlo además desde la prestación exclusiva por parte de la comunidad a través de su Policía Foral", ha señalado la presidenta.
De esta manera, Pedro Sánchez ha cumplido su compromiso con Bildu. Esta decisión preocupa a los guardias civiles de Navarra, que consideran este traspaso de competencias como un chantaje de Bildu a cambio de su voto a favor de los Presupuestos Generales del Estado de 2023.
Desde la asociación JUCIL, han recordado que esta decisión afecta a unos 220 guardias. "Muchos de ellos, nacidos o residentes desde hace años en Navarra, se verán obligados a cambiar de destino o de domicilio por una decisión política que, además, afecta a la seguridad de los ciudadanos".
Desde esa fecha, los agentes podrán incorporarse a la Policía Foral, que ejercerá en exclusiva el control del tráfico en las carreteras navarras y que deberá disponer para esa fecha de 149 agentes.