El periodista español Pablo González acusado por Polonia de espionaje está en Moscú junto a su padre y sin fecha por ahora de retorno a España. Su familia le espera en Vizcaya.
El Kremlin ha declinado explicar el motivo de la inclusión en la lista de canjeados al español de origen ruso, que llegó anoche a Moscú tras casi dos años y medio encarcelado en Polonia.
González, de 42 años, fue una de las veinticuatro personas liberadas en un intercambio de prisioneros entre Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania y Estados Unidos. El mayor canje de este tipo desde la Guerra Fría.
Nieto de un niño de la guerra, el reportero, que colaboró con la agencia EFE entre otros medios, nació en Moscú en 1982 como Pável Rubtsov, pero se trasladó a España donde adoptó el nombre de Pablo González.
Al igual que el resto de liberados, el español fue recibido en el aeropuerto Vnúkovo-2 de Moscú por el presidente ruso, Vladímir Putin, que le dio la mano al descender de la escalerilla.
El Gobierno polaco afirmó este viernes que dejó en libertad a González porque Polonia es "un miembro leal de la OTAN, un aliado leal de Estados Unidos", tras lo que la investigación abierta contra el español quedó archivada.