Uno de los efectos más negativos que tiene el calor es que nos impide dormir. Las elevadas temperaturas en la franja nocturna, por encima de los 21 grados, son incompatibles con un descanso de calidad.
Según los expertosen temporadas de calor las horas de sueño disminuyen y eso afecta a nuestras capacidades cognitivas y físicas. El insomnio perjudica a la salud y a nuestro humor.
El que más y el que menos se busca sus propios 'trucos' para pasar mejor las 'noches ecuatoriales' que este verano está dejando en Madrid. Algunos mantienen ventanas y persianas cerradas a cal y canto y sólo las abren a última hora, cuando el sol ya ha caído. Otros se 'envuelven' en una toalla o dan un paseo antes de acostarse por un lugar fresco.
Los expertos recomiendan realizar actividades relajantes antes de ir a la cama, utilizar ropa cómoda y traspirable para dormir y, sobre todo, mantener la calma y no agobiarse ante la dificultad de conciliar el sueño porque eso dificultaría, aún más, la llegada del sueño.