El propio Tribunal Supremo en su sentencia sobre el proceso independentista contradecía los argumentos que el gobierno emplea para tomar esta decisión de eliminar el delito de sedición. La sentencia afirmaba que lo ocurrido no fue un problema de orden público.
Lo que consideró el Supremo es que lo ocurrido en Cataluña fue un ataque a la paz pública que va mas allá de los desordenes y que se alteró la convivencia y se trató de impedir el cumplimiento de la legalidad dentro del marco constitucional, por eso la reforma del gobierno ha causado perplejidad en el alto tribunal
El Tribunal Supremo tendría que reunirse en el momento en el que se aprobase la reforma: la sedición habría desaparecido y los magistrados tendrían que estudiar si los hechos probados en la sentencia se adecuan al nuevo delito.
Por su lado, las asociaciones judiciales cuestionan la reforma del delito de sedición.