La multinacional tecnológica GMV está realizando pruebas terrestres de sus vehículos de exploración espacial en la Dehesa de Navalvillar, en Colmenar Viejo, dentro del plan de robótica espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Uno de ellos es un 'rover' denominado ‘Rapid’ (Robust and -Semi- Autonomous Platform for increased Distances), que logra "velocidades jamás alcanzadas" y servirá en futuras misiones lunares.
'Rapid' es capaz de desplazarse por la superficie lunar a una velocidad media de un metro por segundo respondiendo además a las complicaciones de la orografía lunar.
El otro vehículo, un brazo orbital de nombre 'Mirror', es un prototipo “único en Europa” diseñado para arreglar satélites rotos o ensamblar en el espacio, así como facilitar la exploración a la luna y después a marte, para ensamblar telescopios “mucho más grandes”.
Mirror ha sido sometido a pruebas de ensamblaje de paneles de un huerto solar para poder trasladar la energía solar a la tierra. Para que esta misión sea un éxito establecen como fundamental lograr una alta precisión de las piezas.
El prototipo cuenta además con un sofisticado sistema visual de cámaras, instalado en la cabeza de cada uno de sus brazos.
La empresa GMV, con sede en Tres Cantos, desarrolla, entre muchos planes, sistemas y tecnología para aplicaciones espaciales y, como en este caso, sistemas robóticos para la exploración planetaria en la Luna o Marte, según explican en una nota.