Los profesionales de las agencias de viaje se muestran optimistas de cara a tener una buena temporada de verano tras apreciar el creciente interés y el deseo ferviente de los viajeros por salir en vacaciones, aunque mantienen cierta cautela por cómo puede afectar la situación económica y geopolítica.
Son las conclusiones del último estudio de temporada del Observatorio Nacional del Turismo Emisor (ObservaTUR), presentado este viernes en Madrid, que constata cómo los empleados del sector identifican la subida de los precios como el principal riesgo a considerar (82 %), aunque en quince puntos menos que en 2023.
También inquieta el entorno geopolítico. De hecho, la preocupación por los conflictos de Ucrania y Oriente Medio crece en treinta puntos, y los temores a las amenazas globales suben en 37.
Otro asunto que eleva la incertidumbre en el turismo es la situación política nacional, que avanza trece puntos y alcanza su pico en 2024.
Con todo, los empleados de las agencias de viajes tienen claro que los viajeros están ilusionados ante el hecho de viajar y hacerlo además con los mejores precios, intentando obtener el máximo ahorro. Así pues, el deseo de los ciudadanos se mantiene como el gran acelerador de la actividad turística.
Comparando los seis meses anteriores al trabajo y las expectativas para el próximo semestre, las proyecciones son positivas, si bien la confianza es algo menor que la que se reflejó el verano pasado, entre otros motivos, porque aunque las previsiones sobre el empleo mantienen una buena tónica, son inferiores.
Asimismo, los precios se consideran "mayormente desfavorables", pero se observa cierta recuperación con respecto a 2023, y las predicciones sobre las contrataciones de alojamiento, de transporte y de actividades en destino apuntan más bien a la estabilidad, estando por debajo de las del ejercicio anterior.
Por el contrario, los empleados del sector cuentan con una "clara visión positiva" en cuanto a las reservas de seguros.
Caerán los viajes de más de siete días
De cara a la temporada estival, estos confían en que se eleven todos los tipos de viajes definidos en función de su duración, excepto los de más de siete días, que disminuirán en 19 puntos.
Además, esperan un alza en destinos nacionales e internacionales, pero las previsiones de crecimiento se rebajan con respecto a las del verano anterior.
Es más, las expectativas positivas de los viajes internacionales superan a las de los nacionales; sin embargo, se atenúan en comparación con 2023.
Los empleados de las agencias de viajes aprecian un crecimiento del interés en playas insulares; en las peninsulares y los espacios naturales, la expectativa tiende a estabilizarse, habiendo un cierto pesimismo en cuanto a las reservas en destinos rurales.
También estiman un repunte en los destinos de ciudad, mientras que esperan que los parques temáticos y, en especial, los circuitos nacionales disminuyan.
En este contexto, anticipan aumentos en las reservas de capitales europeas y de cruceros, en tanto que en otros destinos, como circuitos europeos y parques temáticos, se prevé estabilidad.
Por otro lado, los agentes de viajes auguran crecimientos al Caribe y una mejora en los desplazamientos de larga distancia, aunque los destinos de aventura seguirán a la baja.
De media, la proporción de reservas ya realizadas se sitúa en torno al 41 %. En comparación con la temporada pasada, los profesionales piensan que las contrataciones se retrasarán (42 %) o bien se mantendrán (40 %).