Se llama Luis 92 años y no para de construir maquetas con ladrillos de cerámica, hasta el punto de que ya ha montado su primera exposición.
Asegura que ha sido su dique de contención contra la soledad, la pandemia y su deterioro cognitivo.
Luis se quedó viudo hace dos años, en plena pandemia. Luego se contagió de Covid y después vino el confinamiento, la soledad y la depresión.
Para salir de ese pozo, sus hijos le buscaron un hobby: las maquetas cerámicas que además le recuerdan sus años de albañil.
Las iglesias, los castillos, las aldeas o catedrales que Luís ha construido en este tiempo se pueden ver hasta el 1 de septiembre en el Centro Cultural Francisco Fatou de Villa de Vallecas
Desde la torre Bujaco de Cáceres, la iglesia Santa Maria del Naranco de Oviedo o la colegiata de Toro formada por 12.300 piezas.