Pese al "espejismo" de las últimas lluvias, Greenpeace ha denunciado que las reservas de agua embalsada apenas superan el 30 por ciento y ha propuesto una batería de medidas para paliar la situación.
Este viernes termina el año hidrológico 2021-2022 (que comprende los doce meses de octubre a septiembre), marcado por un verano con olas de calor intensas y precipitaciones un 25% inferiores a la media, que sitúan las reservas de agua embalsada en el 32,5 %, "las más bajas en los últimos 27 años".
Entre otras, "hay que reducir la cantidad de agua consumida, fundamentalmente por el regadío intensivo e industrial, que se lleva el 80 por ciento del total del agua", asegura la organización.
A pesar de la situación, Las reservas de agua de los embalses de la Comunidad de Madrid siguen estando por encima de la media nacional al alcanzar el 55%.
De este modo, 2022 se convierte en el segundo año con menos agua embalsada desde 1990, sólo por detrás de 1995, cuando en la misma semana los embalses acumulaban un 26,55 por ciento de agua, según datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).