Las restricciones de agua por la sequía se extienden a Barcelona y su área metropolitana por primera vez en 14 años. No afectarán al uso doméstico, pero sí a estos ámbitos: se limitará el riego agrícola y de parques; El uso de mangueras para limpiar calles y coches; Se prohibirá el llenado de fuentes ornamentales y se limitará el de piscinas. Y también se acotarán los usos industriales.
Unas medidas que se toman porque la cuenca Ter-Llobregat que abastece a la ciudad condal pasa a estar en alerta. En total, la alerta afecta a 514 municipios catalanes de 27 comarcas, incluida el área metropolitana de Barcelona, en los que viven 6,7 millones de personas. Por tanto el 80% de la población catalana, están ya en situación de alerta por sequía, según ha informado hoy la Generalitat.