La Comunidad de Madrid ha aprobado este miércoles la rebaja de 0,5 puntos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en todos los tramos autonómicos, así como la supresión de todos los tributos propios: el impuesto sobre la instalación de máquinas recreativas, el de depósito de residuos y el aplicado sobre actividades económicas. Así lo ha anunciado la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, acompañada por el consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, y el portavoz del Ejecutivo autonómico, Enrique Ossorio.
El Gobierno regional enviará a la Asamblea de Madrid estos dos proyectos de ley para su aprobación definitiva y su entrada en vigor el 1 de enero de 2022, para lo que el PP necesitará el apoyo de Vox en el Parlamento.
Ayuso ha subrayado que esta rebaja fiscal supone "la mayor bajada de impuestos de la historia de la Comunidad de Madrid", continuando la senda de reducción de impuestos del Gobierno regional, y que supondrá un ahorro de más de 300 millones de euros, con mayor impacto entre las rentas más bajas, de más de un 5,5 %, mientras que en las rentas más altas se estima que será del 2,4 %.
Los trabajadores de la Comunidad de Madrid tendrán el menor tipo de España para el tramo más bajo del impuesto sobre la renta de las personas físicas, un 8,5%, y también para el más elevado, un 20,5%.
En concreto, para un contribuyente soltero, sin hijos y menor de 65 años, con una renta bruta de 20.000 euros, supondrá un ahorro del 5%. Si su retribución bruta es de 32.000 euros, tendrá un impacto del 4,35% y, si fuese de 60.000 euros, del 3,42%.
Sobre esta bajada de impuestos se han pronunciado ya los grupos parlamentarios de la Asamblea.
Más Madrid y el PSOE han criticado la reducción de los tramos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) del Ejecutivo regional porque los impuestos deben dar "respuesta a toda la ciudadanía" y no dar "privilegios fiscales" a los grandes patrimonios de la región.
La portavoz adjunta de Más Madrid en el Asamblea, María Pastor, ha aseverado que los madrileños tienen que "pagar los impuestos que les corresponde" en función de su capacidad y no se deben hacer "regalos fiscales" porque se necesitan servicios públicos que "den respuesta" a toda la ciudadanía. "Vivan los impuestos", ha apuntado, a lo que ha añadido que los servicios públicos de calidad permiten a la sociedad "vivir con dignidad".
Por su parte, el portavoz socialista, Juan Lobato, ha asegurado que Madrid "no es un paraíso fiscal" pero sí una región en la que existen "políticas muy agresivas de privilegios fiscales para el 1 % de los grandes patrimonios". "Esta reforma viene a significar lo mismo; es una reforma que supone que a quien gana menos de 12.000 euros anuales se le ahorran 0 euros en impuestos; a los que ganan hasta 30.000, 5 euros al mes, y a quienes ganan hasta 60.000, 11 euros al mes. Mientras, ese 1 % de rentas más altas, de 300.000 o 400.000 euros, se ahorra miles de euros", ha asegurado Lobato.
"Vemos con buenos ojos que se bajen los impuestos a las rentas medias y bajas pero el problema es que en Madrid los ricos no pagan impuestos", ha criticado la portavoz de Unidas Podemos, Carolina Alonso.
Por su parte, el portavoz adjunto del PP en la Asamblea de Madrid, Pedro Muñoz Abrines, ha defendido que la bajada del IRFP supondrá una "inyección de moral" para la economía madrileña en unas circunstancias en las que los madrileños "tienen que pagar muchísimo más por el precio de la energía, la luz y el combustible". Además, ha defendido que esta bajada beneficiará a más a los tramos de renta más bajos. "Las rentas más bajas se van a ahorrar más del doble porcentualmente en el IRPF con respecto a las rentas altas, y en el conjunto la rebaja va a beneficiar a 3,3 millones de madrileños”, ha dicho Muñoz