España entera llora a las víctimas del coronavirus. En este primer día de luto nacional se han sucedido los homenajes y recuerdos.
Banderas a media hasta y un luto riguroso. Especialmente en Madrid, la ciudad donde el virus ha golpeado más fuerte, lo recuerda con un enorme lazo negro en la Puerta de Alcalá.
Un homenaje a los fallecidos. Padres, hermanos, hijos, parejas, abuelos.. También eran sanitarios, policías, limpiadores, jubilados, barrenderos. Eran hombres y mujeres con una historia. Con unos lazos personales y profesionales que el virus ha roto.
Sin el consuelo del acompañamiento, necesario en cualquier duelo, sus familiares han tenido que despedirse de ellos en soledad. Confinados en sus casas, sin recibir los abrazos y caricias que reconfortan en medio del dolor.
Primer homenaje
En la mayoría de los casos, han sido sus compañeros los encargados de realizarles el primer homenaje. De compartirlo y de recibir numerosos mensajes de apoyo de ciudadanos anónimos que no tardaban en solidarizarse.
Cartas virtuales, libros de firmas online, mensajes de impotencia y vacío. Un gran vacío al que hoy se ha unido el silencio. España ha enmudecido a las doce para gritar que no se olvida de los suyos. De aquellos a los que la pandemia del siglo XXI se ha llevado por delante.