Con la fase 1 del desconfinamiento por la pandemia del coronavirus, la normalidad llega también a los cementerios.
No se puede pasear por los camposantos, pero sí es posible acercarse a rezar o llevar flores a los seres queridos. Se nota en los pequeños cementerios y también en los grandes como en la Almudena.
Desde el pasado 14 de marzo en que se decretó el estado de alarma, los cementerios madrileños han estado cerrados.
El confinamiento estipulado no consideraba el cuidado de los nichos o la visita a fallecidos como una actividad esencial, por lo que estos espacios, la mayoría de titularidad municipal, echaron el cerrojo a las visitas.