El Ayuntamiento de Madrid está cubriendo algunas calles de Madrid, sobre todo del centro, de 'asfalto impreso' que imita a los adoquines tradicionales. El objetivo es mitigar el ruido y el calor.
El pavimento tiene un color diferente al negro habitual, un tono más claro y más suave para reducir este efecto 'isla de calor' que impide que las temperaturas bajen ni de día ni de noche.
No se trata de pintura, es asfalto 'impreso' y lleva una resina de protección. En los Ángeles ya se instaló esta capa de resina en las calzadas para reducir la absorción de calor y según los técnicos bajó en seis grados.
Fuentes del área de Obras y Equipamientos explican que "las calles con adoquín no son más permeables que las de asfalto impreso, ya que el adoquín de calzadas en las que hay tráfico rodado va sobre una capa de hormigón; es un firme igual de permeable que el asfalto impreso".
Además, sostienen que el asfalto impreso es "una solución que supone una mayor comodidad para el tránsito peatonal, un menor ruido de rodadura y una mejor conservación, ya que alarga la vida del firme y permite una sustitución más rápida".