Mañana serán enterradas en Quintanar del Rey, en Cuenca, las dos niñas asesinadas ayer presuntamente por su madre, una agente de la Guardia Civil.
La localidad sigue viviendo momentos durísimos porque los cuerpos de las pequeñas Iris y Lara han llegado al pueblo para ser velados, una vez ya realizada la autopsia en el anatómico forense de Cuenca.
Horas muy difíciles para la familia y especialmente para el padre de las niñas, Santiago Escribano, a quien podía verse roto por el dolor a la entrada del tanatorio.
La investigación determinará en qué circunstancias la madre de las dos pequeñas acabó con la vida de sus hijas antes de suicidarse.
Todo indica que utilizó su arma reglamentaria de Guardia Civil, la misma con la que luego se quitó la vida. Unos hechos que además ocurrieron en la casa de la Guardia Civil donde ella vivía con las niñas.
Esta mañana en el colegio adonde iban las pequeñas sus compañeros han querido recordarlas. Horas difíciles también para estos escolares, en un pueblo que ha quedado conmocionado por lo ocurrido.
Al parecer Paola, la madre de las niñas, quería trasladarse con ellas a Algeciras, su localidad natal. La jueza de instrucción que lleva el caso ha declarado el secreto de sumario.