El Rey Felipe VI ha viajado por sorpresa este miércoles a Irak para pasar el día de su 51 cumpleaños con los militares españoles desplegados en este país. 551 militares y guardias civiles dedicados fundamentalmente a instruir al Ejército iraquí a los que el Rey les ha expresado en persona su orgullo y agradecimiento por una misión que contribuye a la seguridad nacional además de a la paz mundial.
Si en 2018 el jefe de Estado quiso celebrar su 50 cumpleaños imponiendo el Toisón de Oro a siu heredera, este año ha querido poner el foco en el trabajo "duro" de los militares españoles en el exterior. "Estoy seguro de que todos los españoles os ven como soldados de la democracia, de la paz y de la libertad", ha dicho ante el contingente radicado en la base de Besmayah.
Además, ha subrayado que, tal como ponen de manifiesto estas misiones, "la seguridad no es materia reservada al límite fronterizo, es algo que hay que saber proyectar y compartir con los aliados y con todos los países dispuestos a colaborar", ha remachado.
Le cantan el cumpleaños feliz
Ataviado, como sus anfitriones, con el uniforme de campaña árido, Felipe VI ha recordado a los militares que es uno de los suyos, además de su "mando supremo", que conoce las Fuerzas Armadas y siente, como ellos, el uniforme. Los militares le han agradecido el gesto cantándole, primero el contingente de Bagdad y luego el de Besmayah, el "cumpleaños feliz", cosa que el homenajeado ha agradecido entre bromas.
Es la primera vez que Felipe VI viaja a Irak y la segunda que visita una misión militar española en el extranjero desde su proclamación como Rey, después de haber viajado a Líbano en abril de 2015. Por motivos de seguridad, el viaje del jefe de Estado se había preparado con total reserva -el destino no se reveló a los periodistas hasta que el avión no estuvo en el aire-- y no se ha dado a conocer hasta que no ha aterrizado en Bagdad, a las 7.30 hora local (las 5.30 en España peninsular).
La de Irak es la segunda misión española con más efectivos, solo por detrás de la de Líbano. Los militares españoles llegaron a Bagdad hace ahora cuatro años, como parte de una coalición internacional formada por 60 países en 2014 y liderada por Estados Unidos para combatir el terrorismo de DAESH.
En Bagdad, el Rey se ha reunido con el comandante de la coalición internacional y con el responsable de la misión de adiestramiento de la OTAN. Allí ha visto al primer grupo de españoles, formado por los efectivos de Operaciones Especiales que realizan tareas de formación del Ejército iraquí y por parte del contingente desplegado en Taji, al norte de la capital. Se trata de los 75 efectivos (ocho mujeres) de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra y seis helicópteros Chinook y Cougar que prestan apoyo en tareas de transporte de personal y material al conjunto de la coalición, con el nombre de 'Task Force Toro'. La suya es la parte más nueva de la misión: comenzó en mayo de 2018 y en diciembre llegó la segunda rotación, para un periodo de seis meses.
Después, Felipe VI se ha reunido en el Palacio presidencial con el presidente del país, Barham Salih, que le ha agradecido la implicación de las tropas españolas y ha aprovechado para invitar a España a contribuir a la reconstrucción del país en todos los niveles.
Acto seguido, ha viajado en helicóptero a Besmayah, donde está el grueso de los efectivos españoles, un total de 326. A ellos les ha subrayado que su labor importa a los iraquíes -"asumís riesgos en su beneficio"-- y ha confiado en que su legado en el país contribuya a hacer perdurar la relación bilateral.
Los militares españoles llegaron a Irak en enero de 2015, y desde entonces el contingente ha aumentado y su misión de adistramiento ha evolucionado. "Antes era de combate más convencional porque el DAESH ocupaba una zona geográfica del país, pero ahora ha virado a contrainsurgencia, a guerra de guerrillas y estamos orientando la instrucción a ese tipo de combate", ha explicado a los periodistas el teniente coronel Javier Jiménez Silvestre, jefe del equipo de adiestradores.
Satisfacción entre los uniformados
Don Felipe ha sido recibido en la 'Plaza Ibérica' de la base, en cuyos muros pueden verse escudos de provincias españolas y portuguesas, y un monumento a los españoles muertos en Irak desde 2003. Eso sí, la situación del contingente de Besmayah es muy diferente de la que vivieron, hace 16 años, los militares españoles enviados a Basora, porque ahora el conflicto no es de la misma intensidad y porque la base 'Gran Capitán' no está cerca de núcleos de población local.
Así, los españoles de Besmayah ha vivido ninguna situación de peligro y sus integrantes destacan como escollo en su tarea las "diferencias culturales", que solventan con facilitadores y con diálogo. El ejemplo más claro, la falta de puntualidad de los iraquíes, ante la que los españoles, dicen, se arman de paciencia.
El Rey ha recorrido la base, incluido su hospital de campaña, antes de hablar brevemente ante los militares. Felipe VI almuerza con los mandos y tomará café con los efectivos en su cantina, antes de regresar a España.
Los militares han agradecido el viaje. "Que en el día del cumpleaños de Su Majestad esté aquí reconociendo el trabajo y viviendo a visitarnos nos hace sentir privilegiados e ilusionados", decía a los periodistas el capitán Fernando Picazo, jefe de la unidad de protección de la Task Force Besmayah.