Sesenta rejillas de alcantarilla sustraídas en menos de una semana. Ha ocurrido en Valdelaguna. La subida del precio de la chatarra parece estar detrás de estos robos. Además del perjuicio económico supone un auténtico peligro.
El alcalde de Valdelaguna, Pablo Morate, asegura que es un desastre. Las nuevas tapas para reponen las robadas son de aluminio y más baratas. Además para evitar que se las vuelve a llevar las han soldado.
Pero las sustracciones de este tipo no sólo ocurren en Valdelaguna. En las poblaciones de Ciempozuelos y Villaconejos también saben lo que es quedarse con el agujero al aire. Con el consiguiente riesgo de caída y el coste de reposición.
Diez mil euros se ha gastado el Consistorio de Valdelaguna en volver a poner las rejas en las alcantarillas.